La Biblioteca de la Escuela Integral ha sido reconocida por el BID, División de Educación, como un proyecto de infraestructura escolar con alto nivel de innovación. Una vez más queremos agradecer la colaboración de algunas familias, su generosidad nos permite continuar desarrollando nuestro proyecto educativo. Compartimos la sección del catálogo "Escuelas del Siglo XXI" publicado por el BID, que destaca el trabajo realizado en la Biblioteca.
Contexto
La Escuela Integral se ubica en el barrio de Pocitos, un área residencial de Montevideo. Es una zona de nivel socioeconómico medio, con buen acceso a servicios públicos y sin gran incidencia de violencia. La Escuela Integral es una escuela judía, pluralista, trilingüe (español, hebreo e inglés), bicultural, administrada por los padres que son los propios dueños. No tiene fines de lucro, por lo que todo lo que se recauda se invierte en la propia educación de los alumnos. La institución busca, a través de un trabajo interdisciplinario, atender varias dimensiones: conocimiento lógico-matemático, lingüístico, científico, deportivo y tecnológico. La propuesta prioriza el desarrollo emocional, intelectual, social y físico de los estudiantes. La escuela funciona en una edificación construida hace 100 años, a lo largo de los cuales se han realizado múltiples remodelaciones y ampliaciones. En este caso, el proyecto presentado es la transformación de la biblioteca, con el objetivo de crear un espacio que potencie el desarrollo de competencias clave enmarcadas en el proyecto educativo de la institución.
Características del diseño
Para proveer condiciones óptimas para el aprendizaje, la institución cuenta hoy con tres edificios construidos para atender a cada nivel: preescolar, primaria y ciclo básico y bachillerato. Se cuenta con una cocina y comedor que atiende cerca de 400 alumnos y 70 funcionarios diariamente. La escuela cuenta con un gimnasio, patios abiertos y cerrados, laboratorios de ciencias y tecnología, salas de arte, salones de usos múltiples y salones de clase. Se presenta, en este caso, el diseño más reciente: la ampliación, remodelación total y equipamiento de la biblioteca existente. Aparte de aumentar la cantidad de metros cuadrados, se agregó iluminación natural con que la antigua no contaba, se cambió el sistema de iluminación incandescente por luces tipo LED, se procuró contemplar la forma de ventilación cruzada para favorecer la calidad del aire y se colocaron aires acondicionados que son de tipo inverter (eficientes y de energía más limpia). Se cambió el piso en su totalidad, utilizando materiales de fácil mantenimiento. La elección del mobiliario responde a la concepción del modelo educativo adoptado por la institución. De la misma forma, la nueva biblioteca fue equipada con tecnología de última generación. Cabe destacar que la biblioteca se suma a la lista de cambios sustanciales que la escuela ha hecho a la infraestructura construida hace 100 años para cumplir con las necesidades y nuevos paradigmas educativos. Entre ellas se encuentran las siguientes: en el año 1968, se construyó el edificio destinado a la educación inicial y en el año 2004 se le agregó una segunda planta; en el año 1975, se construyó un nuevo edificio destinado a bachillerato y un gimnasio polifuncional; en el año 2008, y debido a la integración con el Instituto Ariel Hebreo Uruguayo, se construyeron 14 nuevos salones, además de la remodelación de otros espacios que se sumaron a la estructura ya existente.
Descripción de la innovación
La biblioteca representa la adecuación de un espacio ya existente a las necesidades actuales con base en el proyecto educativo de la Escuela Integral. Con esta innovación, la biblioteca se transformó en una zona de confort como aula extendida para el desarrollo de las competencias sociales, emocionales y cognoscitivas. Se incorporaron una variedad de dispositivos: pantalla y proyector, impresora láser de uso libre, laptops, tablets, PC, TV, audio zonificado, conexión WIFI libre y firewall para regular el uso adecuado de las redes. Estos múltiples recursos tecnológicos y el acervo bibliográfico (17.000 ejemplares en español, inglés y hebreo) facilitan el acceso al conocimiento a estudiantes, a docentes, funcionarios y familias. Desde el punto de vista de la construcción, el reto creativo fue darle luz y ventilación natural y generar un espacio de trabajo atractivo y estimulante dirigido hacia los requerimientos del proyecto educativo. La biblioteca anterior era cerrada y solo contaba con iluminación artificial, una superficie de 200m2, un acceso dificultoso, un segundo piso que se usaba de depósito, un mobiliario rígido y pocos recursos tecnológicos. Se revirtieron por completo las debilidades de la biblioteca anterior y ahora se cuenta con una biblioteca de 300 m2, con todos sus espacios utilizables, con luz y ventilación natural y tecnología de última generación. Un buen diseño es fundamental para la motivación del aprendizaje. Los colores, el diseño, las formas y los materiales colaboran con el éxito educativo. En este sentido, un aspecto clave del proyecto es que se consultaron estos temas con el equipo pedagógico y con los estudiantes de la institución. La biblioteca, sin duda, brinda un espacio para que el alumno tome decisiones que desarrollan la interculturalidad y la investigación. Promueve el trabajo individual, colectivo y colaborativo. La tecnología facilita la concreción de foros y contactos internacionales virtuales, promoviendo la naturalidad de estos acercamientos actuales que trascienden fronteras. Es un espacio acogedor y versátil que permite el acceso al saber respondiendo a paradigmas educativos del siglo XXI que giran en torno al eje de la diversidad de conocimientos y la heterogeneidad en las formas de aprender. Así, la biblioteca extiende conceptualmente las aulas tradicionales, las salas de arte (en las que se llevan a cabo actividades musicales, plásticas, de danza y escénicas) y los laboratorios de ciencias (biología, química, física), unificando e incorporando espacios, equipamiento y tecnología para el desarrollo de la interdisciplinariedad. Ahora, la biblioteca ocupa un lugar central en la vida de la escuela, permitiendo el acceso no solo de alumnos y docentes, sino que también se promueve su uso entre familias, funcionarios y demás miembros de la comunidad educativa.
